Estoy siendo tensada...
He de dejar de mirar por la ventana de las ventanas hacia ese mundo que puedo crear, recrear y observar desde cualquier lugar y cualquier momento, pero que a todas luces, no existe...
Se difumina, se desfigura y se esfuma de las manos sin poder esconderse; estará delante, donde nada ni nadie pueda verlo, y seguirá sin existir, a todas luces...
¿Qué realidad de recovecos es esta?
De vacíos ocupados por cúmulos de piedras.
De callejones sin salida, vertederos de todas las cosas.
¿Qué realidad es auténtica?
Des-figurantes pasean por avenidas con nombre de virus.
¿Es gris el camino o tan solo lo alumbra la noche?
De tantas pisadas ya no emerge la silueta de lo único,
sobre ellas resaltan las gotas de sangre propiedad "de no se sabe quién".
¡Y qué más da! cuando el paisaje es abrillantado y realzado por las grandes torres del poder, llamadas a impresionar sobre pequeñas cabezas mal encajadas.
Un aberrante suicidio de palabras recae sobre ellas, rellenando los intersticios de sus huesos desnaturalizados y hundiendo significados en los blandos rostros de barro que miran la re-encarnada puesta de vida.