Puerto inapetente en tráfico de vaivenes.
Puerto a resguardo de un útero bañado en una mar silenciosa,
enmudecida, y a escondidas de una madre distante
que trata de alimentar con mareas
a su pequeña y balanceada criatura...
Quizá mañana el puerto zarpe
pero hoy es la triste memoria de alegrías invisibles,
de salados tragos hundidos entre rocas
y de un sol perpetuo que da fe de su continuo errar.